El asma y loas broncodilatadores

El silbido en el pecho y la dificultad para respirar en las personas que padecen de asma son causadas por el estrechamiento de las vías respiratorias llamadas tubos bronquiales. Una de las causas importantes del estrechamiento de los tubos bronquiales es la contracción de los músculos distribuidos en forma de anillo alrededor de estos tubos. En el asma, la contracción de estos músculos causa que los tubos bronquiales lleguen a estrecharse más de lo normal.

Los medicamentos para dilatar los tubos bronquiales

Los broncodilatadores son medicamentos que relajan los músculos bronquiales y, como resultado, los tubos bronquiales se ensanchan o dilatan. Cuando estos músculos se relajan, los tubos bronquiales se abren nuevamente y generalmente la respiración vuelve a la normalidad. Decimos “generalmente” porque a veces los tubos bronquiales se inflaman y se llenan de mucosidad. Si hay inflamación y los tubos bronquiales están tapados, el broncodilatador sólo proporcionará alivio parcial a los síntomas del asma. En este caso, a pesar que los músculos bronquiales se han relajado, los tubos bronquiales permanecen parcialmente estrechos y bloqueados.

En este folleto le presentamos los diversos tipos de broncodilatadores y sus efectos en el asma. Primero, para entender mejor cómo funcionan los broncodilatadores, es necesario explorar un poco más el funcionamiento de los músculos bronquiales.

Los músculos bronquiales son músculos “involuntarios”

Los músculos en nuestro cuerpo sobre los que tenemos control consciente se llaman “voluntarios”. Si queremos, podemos hacer que nuestros brazos y piernas se muevan causando la contracción de dichos músculos voluntarios. Por otro lado, muchos músculos en nuestro cuerpo se controlan inconscientemente. Por ejemplo, nosotros no tenemos control consciente sobre los latidos del músculo del corazón ni sobre las contracciones de los músculos del estómago. Similarmente, los músculos alrededor de nuestros tubos bronquiales son músculos “involuntarios”; están bajo el control de nuestro sistema nervioso pero no son controlados por las partes del cerebro encargadas de pensar.

La contracción de los músculos bronquiales

Aunque los músculos bronquiales no trabajan tan rápido como los músculos voluntarios, se pueden apretar o contraer por aproximadamente uno o dos minutos. Cualquiera que padezca de asma y que ha sentido el pecho apretado, la respiración forzada y el silbido del pecho, por ejemplo, después de correr en un día frío o de estar expuesto al humo o a vapores fuertes, sabe el efecto de la contracción bronquial del músculo y la rapidez con la que puede desarrollarse. Las buenas noticias son que la relajación de estos músculos bronquiales puede ocurrir con la misma rapidez en un período de apenas unos pocos minutos, permitiendo que los tubos bronquiales se ensanchen nuevamente y la respiración ocurra libremente.

Los broncodilatadores y el ejercicio

Si los síntomas del asma se desarrollan después de correr en un día frío, generalmente los músculos bronquiales se relajarán gradualmente por sí mismos sin en el curso de una hora o menos y los síntomas del asma desaparecerán. Los broncodilatadores son medicamentos útiles porque aceleran el proceso de relajación de los músculos bronquiales. También se pueden usar a veces para prevenir o bloquear la contracción de estos músculos. Usted mismo puede haber hecho estas observaciones por si mismo. Si usa su medicamento broncodilatador antes de hacer ejercicio, usted puede evitar el desarrollo del sílbido en el pecho, la tos y la dificultad para respirar. Si usa su broncodilatador después de que el ejercicio ha causado los síntomas, casi siempre el medicamento aliviará los síntomas en 5 minutos o menos. Y si usted simplemente deja de hacer ejercicio y espera un rato, mejorará gradualmente dentro de 30-60 minutos.

Los tipos de broncodilatadores

Los broncodilatadores pueden ser tomados en diferentes formas. Ellos pueden ser aspirados en forma de rocío o nebulización, en forma de tableta o cápsula y, a veces, por inyección o vía intravenosa (por medio de una aguja en una vena). La ventaja de inhalar un broncodilatador es que el medicamento va a los músculos bronquiales de manera rápida y directa, sin tener que pasar por el estómago y los vasos sanguíneos. Como resultado, los broncodilatadores inhalados son generalmente más potentes y tienen menos efectos secundarios desagradables que los broncodilatadores por vía oral.

Broncodilatadores Beta-agonistas

Al igual que la mayoría de las medicinas los broncodilatadores se pueden agrupar en “familias” de acuerdo a sus propiedades químicas. La familia de broncodilatadores más común es la llamada agonista beta-adrenérgico o mejor conocida como beta-agonista. La letra griega “ß”, Beta, distingue a esta familia de medicamentos de otro grupo marcado con una “A”. Los agonistas son medicamentos que estimulan algo y en este caso se refiere al estímulo para relajar los músculos bronquiales. La palabra “adrenérgico” se refiere a las propiedades semejantes a la adrenalina de estas medicinas. A continuación listamos algunos ejemplos de broncodilatadores beta-agonistas que se pueden inhalar y son conocidos por usted: estos incluyen nombres genéricos albuterol, metaproterenol, pirbuterol, terbutalina, y salmeterol y nombres de marca Ventolin®, Proventil®, Alupent®, Metaprel®, Maxair®, Brethaire® y Serevent®.

Algunos de los broncodilatadores beta-agonistas están disponibles también en forma de tabletas. Aunque a menudo es más conveniente tragar una tableta que usar un inhalador, casi siempre tomar estos medicamentos oralmente no es tan efectivo y tiende a tener más efectos secundarios desagradables que aspirarlos. Los efectos secundarios más comunes de los beta-agonistas son: agitamiento, fuertes latidos del corazón, palpitaciones, temblor y nerviosismo. Los beta-agonistas no causan hipertensión (presión alta).

La familia de broncodilatadores a base de teofilina

Otra familia de medicamentos broncodilatadores llamada teofilina está disponible solamente en forma de tabletas o por administración intravenosa. La ventaja especial de este grupo de broncodilatadores es que con algunos de ellos el broncodilatador permanece en la sangre 12 a 24 horas después de administrada la tableta o la cápsula, haciendo posible su uso una o dos veces al día con un beneficio continuo. Hay varias desventajas en los broncodilatadores de teofilina: no son tan potentes como los beta-agonistas; a menudo tienen efectos secundarios desagradables, especialmente molestias estomacales, diarrea, insomnio y nerviosismo; y ocasionalmente pueden tener efectos peligrosos cuándo se acumulan cantidades excesivas de teofilina en la sangre (sobredosis), por ejemplo ritmos anormales cardíacos y convulsiones. La cantidad de teofilina en la sangre se puede medir con una prueba de sangre llamada “nivel de teofilina.” Existen muchos nombres comerciales de teofilina, Theodur®, Unidur®, Uniphyl®, Slophylline®, Slo-Bid® entre otros. Teofilina es el nombre genérico de todos estos medicamentos.

Broncodilatadores Anticolinérgicos (usados en el tratamiento del enfisema y la bronquitis crónica)

Otra familia de broncodilatadores es usada en pacientes con enfisema y bronquitis crónica pero no es usualmente recomendada en el asma. El broncodilatador ipatrópio inhalado (Atrovent®) no es tan efectivo en el asma como los beta-agonistas, es más débil y toma más tiempo para comenzar a actuar. Sólo en ciertas circunstancias especiales recomendamos este tipo de broncodilatador para personas con asma.

¿Qué no hacen los broncodilatadores?

Es importante recordar que no todos los casos de asma se resuelven mediante la relajación de los músculos bronquiales. Los aspectos del asma a los que nosotros nos referimos como “inflamación,” es decir la inflamación de los tubos bronquiales y su obstrucción con mucosidad, no desaparecen cuando los músculos bronquiales se relajan. Si usted usa su broncodilatador y los síntomas de su asma no se alivian, puede que el problema no sea el broncodilatador. Los broncodilatadores no pueden resolver la inflamación de los tubos bronquiales.

Los medicamentos antiflamatorios son otros medicamentos que están disponibles para tratar este otro aspecto del asma. Recuerde que si usted tiene dificultad con su asma, la cual no se alivia con el uso de su broncodilatador, otros tipos de tratamientos están disponibles y probablemente los va a necesitar. Su médico se los puede recetar e indicarle la manera correcta de usarlos.