Guía del asma
Lección 4: Cómo protegerse contra el asma en su casa
A muchos nos disgusta la idea de tomar medicinas todos los días. Nos gustaría conocer otra forma de controlar el asma que nos ayude a reducir o, quizás, hasta eliminar la necesidad de tomar medicinas todos los días. Existe un método que ha probado ser muy útil. No es la acupuntura, ni una dieta especial, ni la meditación trascendental. El método que funciona consiste en identificar qué cosas en nuestro ambiente—particularmente en nuestro hogar—empeoran nuestra asma, y eliminar o reducir nuestra exposición a ellas.
Algunas personas han comparado los bronquios inflamados por el asma con un golpe en rodilla al caernos en el pavimento. Los alérgenos que aspiramos cada día son como substancias químicas irritantes que echáramos sobre la herida. Si podemos evitarlos, reduciremos la inflamación y la sensibilidad. Notaremos que se reduce la tos, nos levantamos con menos frecuencia en la noche, respiramos con más facilidad…y no tenemos que usar tantas medicinas para aliviar los síntomas de asma.
Algunos de los cambios son obvios. No fume cigarrillos, cigarros, ni pipa; y no permita que se fume en su casa. Consiga otro hogar para su gato, perro o pájaro. Como mínimo, mantenga la mascota fuera del dormitorio. Si baña al perro o al gato todas las semanas podrá reducir la cantidad de material alérgico en el pelo de esos animales. Recuerde que las personas pueden tener reacciones alérgicas a cualquier animal peludo o con plumas, pero no a peces o reptiles.
Otros cambios en el ambiente de su hogar requieren más esfuerzo. Muchas personas con asma son alérgicas a las partículas pequeñas en el polvo, los ácaros del polvo casero, y al excremento de esas pequeñas criaturas microscópicas. Hay varias formas prácticas de matar los ácaros y reducir el contacto con su excremento. Las bolsas de vinilo con cierre pueden usarse para cubrir las almohadas, el colchón y los muelles de la cama y evitar que el material alérgico se mezcle con el aire. Si lava las sábanas y fundas con agua caliente todas las semanas matará los ácaros que se acumulan en la ropa de cama. También conviene sacar las alfombras del dormitorio. Las cortinas y los animales de peluche son una fuente de polvo. Si usted es quien limpia la casa, use un paño húmedo en vez de barrer, y utilice una bolsa con filtro especial en su aspiradora para evitar que las partículas de polvo salgan por el tubo de escape.
El moho y los hongos pueden crecer en el interior de lugares húmedos. Algunos de los lugares más comunes son el sótano mojado, alrededor del fregadero en la cocina, y en el cuarto de baño. Si tiene un buen sentido del olfato, podrá detectar el crecimiento del moho. Para lavar superficies con moho diluya blanqueador (a razón de una parte de blanqueador por una de agua) y acabará con el moho. Si su sótano se inunda con agua, evite tener alfombras en el piso de cemento.
Si tiene alergia al polen en el exterior, no podrá evitarlo completamente a menos que no viva en una burbuja. Sin embargo, el aire acondicionado puede ayudar. El aire acondicionado filtra el aire exterior y enfría el interior permitiendo mantener las ventanas cerradas. Una alternativa es colocar un abanico de ventana con un filtro.
Vacúnese contra el virus de influenza al llegar el otoño. Es imposible evitar todos los gérmenes del catarro, pero nos puede ayudar si nos mantenemos lejos de las personas con catarro o nos lavamos las manos después de tocar superficies contaminadas siempre que podamos.
PUNTOS IMPORTANTES:
- ¡No fume es su casa!
- Tome medidas para evitar el polvo, el moho y la caspa de animales en su casa y aun el polen del exterior.
- Vacúnese contra la influenza todos los años.