Guía del asma
Sesión de práctica #5: «Un paseo por el parque»
Ayer comentaba con un amigo lo bien que se sentía del asma últimamente. Tomaba la medicina preventiva en tableta todos los días y raras veces necesitaba un broncodilatador de alivio rápido. Los compañeros de trabajo ya no le reconocían por su tos constante. Podía dormir relajadamente, sin que la tos ni la presión en el pecho le interrumpiera.
Hoy, a insistencia de su familia y amistades, accedió participar en una carrera — caminata de familia con motivo del 4 de julio que se lleva a cabo localmente. Es un día caluroso y húmedo de verano, y no puede respirar como en sus mejores momentos, aun cuando se sienta tranquilamente. Cuando llega su turno, empieza con mucha energía durante los primeros 15 minutos hasta sentir que sus piernas flaquean. Tiene dificultad al respirar y comienza a toser repetidamente. Se acerca a un banco y se deja caer como si fuera «un paño húmedo de lavar platos».
Busca ansiosamente en sus bolsillos el inhalador broncodilatador de alivio rápido. Cuando tenía muchos problemas con su asma, no salía de su casa sin él. Siempre lo cargaba. Tenía uno en su automóvil, uno en su oficina y otro en su mesa de noche. Para su frustración, ahora no tiene ninguno.
Según recupera las fuerzas de sus piernas y brazos y su respiración se normaliza, considera qué hacer.
¿Que debe hacer?
Discusión:
El ejercicio puede provocar síntomas de asma en casi todas las personas asmáticas. El ejercicio nos hace respirar fuertemente, y al hacerlo, llevamos cantidades adicionales de aire a nuestros pulmones y bronquios. Si el aire que respiramos al hacer ejercicio es frío y seco, o lleno de contaminantes, gases, u otras substancias irritantes, el ejercicio puede causar que los músculos que rodean los bronquios se contraigan y las vías respiratorias se estrechen.
Una buena noticia, sin embargo, es que el ataque de asma producido por el ejercicio regularmente dura poco. Por lo general, los bronquios comienzan a relajarse en unos minutos y su respiración regresa a la normalidad en 30 a 60 minutos. Además, el ejercicio produce menos inflamación que otros causantes de alergia, como la caspa de los gatos y los ácaros del polvo. Es probable que su respiración continúe mejorando si se sienta a descansar y se relaja, a menos que no tenga alergia al polen y corra en un día cuando los niveles de polen están altos.
Una buena estrategia para cualquier ataque de asma es mantenerse quieto. Respire lenta y profundamente y con cada inhalación, deje suficiente tiempo para sacar el aire. Cuente hasta tres al sacar el aire y hasta uno cuando esté aspirando el aire.
Si todavía siente dificultad al respirar a pesar del descanso, puede pedir prestado un inhalador broncodilatador de alivio rápido a un amigo o familiar. El asma es bastante común y es posible que encuentre a alguien que esté dispuesto a ayudar. Al mismo tiempo, no conviene utilizar una medicina desconocida. Si tiene dudas sobre cuán apropiada y segura es una medicina, es mejor no usarla. Si está sintiéndose mejor, conviene esperar hasta llegar a su casa para tomar sus propias medicinas.
¿Qué debió haber hecho para prevenir el ataque?
Haga una lista mental de las cosas que pudo haber hecho para evitar este ataque de asma. Más importante todavía, lleve siempre consigo el inhalador broncodilatador de alivio rápido aun cuando el asma esté bajo control. Recuerde que puede usar efectivamente el broncodilatador de alivio rápido 5-10 minutos antes de hacer ejercicio para prevenir la contracción de los músculos de los bronquios al ejercitarse.
Otras estrategias no requieren medicina. Una es decidir no participar en la carrera en un día cuando su respiración no se siente completamente cómoda. ¡La abstinencia es una opción! También, algunos atletas con asma inducida por el ejercicio han descubierto que un buen calentamiento antes del ejercicio (por ejemplo, caminar sin esfuerzo o trotar sin moverse del lugar) y un buen periodo de enfriamiento después del ejercicio puede ayudar a reducir los efectos del ejercicio en la respiración.
En un día frío de invierno (no el 4 de julio) puede ser de gran ayuda el evitar respirar el aire frío durante el ejercicio. Puede ejercitarse dentro de un edificio o usar una bufanda gruesa sobre la nariz y la boca. Al usar la bufanda, puede atrapar en su cara un poco del aire caliente y húmedo que exhala. También se consigue una máscara de invierno con el mismo propósito.